VENTAJAS Y PROBLEMAS DEL LÁTEX

Ventajas y Problemas del Látex

Para empezar hay que comentar que el látex es un material que lleva mucho tiempo entre nosotros. Alrededor de 1800 ya existían los primeros colchones de látex. Sin embargo este tipo de colchones eran muy pesado, debido a la densidad del material y por lo tanto su precio también era más elevado que el de los colchones de lana de antaño.

Se fabrica a partir de la resina del árbol del caucho (heveas brasiliensis), junto con endurecedores y antioxidantes. La cantidad de látex natural en el colchón es variable, aunque generalmente imaginemos que todo el colchón es látex puro, puede llevar desde un 20% a un 97% de producto natural (el resto es espuma de látex sintética). La razón, el látex es un producto orgánico y necesita de resinas endurecedoras y unos productos estabilizantes para que se convierta en un bloque sólido, estable y duradero.

Fue a partir de 1940 cuando se descubrió la espuma de poliuretano, material mucho menos pesado que el látex y que por lo tanto tenía un coste mucho menor, de ahí que la producción de colchones de látex en esos años disminuyese a favor de los colchones de espuma de poliuretano.

La espuma de látex, o sencillamente el látex, tiene una gran resistencia al hundimiento y un tacto suave muy adaptable al cuerpo.

Su firmeza es media/alta y generalmente son aconsejables para quien no soporte colchones duros y le guste una acogida suave que elimine al dormir la presión sobre los músculos, por lo tanto, se suele recomendar para personas mayores, ya que conforme vamos ganando en años, perdemos masa muscular; nuestra masas muscular son como nuestros acolchados y por lo tanto con una masa muscular menor las personas mayores necesitan un equipo de descanso más suave, como puede ser un colchón de muelles ensacado o uno de látex.

Cuanto más producto natural lleve el colchón, más delicado será, más cuidado tendremos que tener con la humedad, mayor transpiración necesitara y más tendera a deshacerse con el tiempo.

De hecho estos son los dos grandes problemas de los colchones de látex completamente natural: al ser un producto orgánico, si no está continuamente ventilado de forma óptima llega a coger moho y al carecer de endurecedores y resinas se deshará con mayor rapidez.

No obstante en buenas condiciones de ventilación el 100% látex natural tiene una vida útil mayor –entre 7 y 9 años- que el 100% látex –que dura entre 4 y 6 años-. En este sentido hay que comentar que cuanta mayor cantidad de látex natural posea la pastilla, mayor será su precio.

Por esta razón el látex más extendido es el de 20% resina natural y 80% resina de látex sintética, ya que los fabricantes siempre quieren ofrecer un producto muy estable, de fácil mantenimiento a buen precio y que deje un margen más alto.

En contrapartida, los colchones con más espuma de látex sintética son ligeramente más calurosos en verano. En cuanto a la dureza y tacto, a igual densidad, no he conocido todavía a nadie que sea capaz de notar la diferencia entre un colchón 20% natural y otro 85% o 97% natural (siempre que sean de la misma calidad).

También encontrara en el mercado colchones de látex 100% sintético (a precios muy atractivos). Olvídese de ellos, eso no es látex.

Siempre se ha dicho que los colchones de látex son anti ácaros. Bien, es cierto que el látex es un material en el que no anidan, ni los repele ni los elimina, simplemente el ácaro no se encuentra a gusto en el látex y tiende a evitarlo.

No obstante, donde sí que viven los ácaros es en las tapas acolchadas de todos los colchones. El ácaro necesita humedad y calor para vivir y las tapas acolchadas son una zona ideal para que el cuerpo humano le proporcione al ácaro lo que necesita, calor y comida –se alimentan de nuestra piel muerta-. Así las cosas, todos sabemos que los colchones de látex tienen tapas acolchadas y es allí donde viven los ácaros, un ácaro que llega a un colchón de látex nunca bajará a la pastilla de látex, se quedará en la superficie, por eso podemos concluir que un colchón de látex tiene la misma cantidad de ácaros que cualquier otro tipo de colchón.

No hay que olvidar la protección de la funda del colchón, que impide el contacto directo del núcleo con la piel

El látex es un material que puede llegar a desintegrarse y por lo tanto que queden flotando en el aire queden moléculas de látex. Si dichas moléculas son respiradas por una persona alérgica pueden provocar una reacción alérgica, algo que no está testado al 100% pero sí que resulta una razón de peso para NO RECOMENDAR un colchón de látex a una persona alérgica a este material, por mucho que no exista ningún caso documentado de personas alérgica a colchón de látex.